Crevillent ( 23/10/2017).- La Portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular de Crevillent, Loreto Mallol, afirma que el Partido Popular crevillentino está en contra de cualquier tipo de escrache o intimidación que sufran los políticos y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, porque una cosa es manifestarse en contra de algo y otra es invadir la intimidad de las personas, una cosa es la protesta y otra el acoso.
La Diputación Provincial de Alicante aprobó esta semana pasada con el voto favorable de todos los partidos y a instancia de Compromís, una declaración institucional condenando enérgicamente la amenaza que tuvo en su domicilio la Vicepresidenta del Gobierno Valenciano y dirigente de Compromís, Mónica Oltra, condenando también cualquier otro tipo de ataque violento.
Desde el Partido Popular queremos condenar, afirma Mallol, todo tipo de violencia, de la extrema izquierda, de la extrema derecha, de un individuo o de varios individuos, venga de de donde venga y además consideramos que se debe contribuir a que no se produzca.
Por tanto condenamos también el escrache sufrido por Xavier Obiols en Cataluña que tuvo que salir escoltado por los Mossos tras inaugurar una sede del Partido Popular, la que sufrió Cristina Cifuentes, Presidenta de la Comunidad de Madrid, los hijos del eurodiputado González Pons o los funcionarios de justicia en el desempeño de sus funciones en Cataluña y nos hubiera gustado oír la condena de miembros de Compromís.
Con la misma rapidez, que ahora, nos hubiera gustado afirma la Portavoz Popular, escuchar a Compromís condenar el escrache ante la casa del Alcalde de Crevillent, César Augusto Asencio, estando en su interior un menor únicamente o que se tiraran bolsas de basura a miembros de la Diputación de Alicante y del Gobierno Municipal cuando se quiso inaugurar el colector de aguas pluviales de Santísima Trinidad y se nos persiguiera hasta donde estaban los coches aparcados. Ni se escuchó la condena antes, ni se ha escuchado ahora.
El Partido Popular de Crevillent termina afirmado que manifestarse en contra es lícito, pero sin superar los límites que algunos se permiten y cuando se condena un acto violento, debe condenarse sea quien sea quien lo sufra.
