Las declaraciones de Compromís son una clara muestra de debilidad y falta de argumentos para defender los despropósitos y la pésima gestión de la Consellería de educación

Tan solo hay que observar la deriva de las declaraciones de Ruiz Morcillo, en las que de una actuación sobre el amianto, finalmente termina retrocediéndose a las anteriores gestiones de otros grupos. Compromís no está legitimado para dar lecciones de ética política a nadie, sus propios casos de nepotismo, corrupción, financiación irregular… tras solo tres años de gobierno, les han colocado en difícil posición.

El del amianto es otro de los asuntos que pese a sus promesas de erradicar este en la legislatura, se les ha complicado de tal forma que incluso los sindicatos han criticado duramente las líneas de trabajo de la actual Consellería de educación.

Por la boca muere el pez. Es lo que sucede cuando desde la oposición Compromís se hartó de vender promesas políticas que ahora se ve incapaz de cumplir, a tan solo 10 meses para las próximas elecciones.

Iban a eliminar todos los barracones, y solo en este próximo curso 11.000 alumnos iniciarán sus clases en ellos. 17 centros íntegramente con aulas prefabricadas.

Iban a construir todos los colegios que hiciesen falta, y ante tal incapacidad, han tenido que recurrir mediante real decreto a que otros les hagan el trabajo y la gestión. Solo en 2018 hay 64 centros prometidos sin construir.

Iban a defender la lengua, y nos han aplicado sus políticas lingüísticas con imposición, sin consenso y de forma dictatorial pese a la oposición de los propios padres.

Iban a rescatar a las personas, y somos la comunidad autónoma donde más crecen los desáhucios. Casi medio millón de personas en nuestra comunidad sufren pobreza extrema, y en cambio recientemente se ha autorizado el gasto de 260.000 euros en sillones climatizados.

Iban a mejorar el sistema sanitario, y las listas de espera para operaciones en nuestros hospitales no paran de aumentar.

Iban a restablecer los servicios de ambulancias, y los médicos tienen que ir con sus vehículos, taxis o en bicicleta a asistir a los ciudadanos.

Iban a por los centros concertados y a por la religión católica, y así lo han hecho, por el contrario ahora van a implantar la religión islámica en nuestros centros educativos.

Jesus Ruiz tras tres años de gobierno de su partido en la Conselleria de educación, todavía no ha entendido que una cosa es criticar desde la oposición y otra bien distinta es gobernar, no ha asumido que una cosa es predicar y otra dar trigo.

No ha aprendido que algo es gratuito cuando no cuesta nada, y que no lo es cuando tienes que pagar la diferencia “Xarxa Llibres”, el cual se pudo llevar a cabo con el dinero y gestión de los ayuntamientos y diputación, no gracias a la Consellería de educación.

Fieles a las formas del estilo Compromís, Morcillo vuelve a las descalificaciones personales contra el concejal de educación de nuestro ayuntamiento, cuando este pone en entredicho las actuaciones de Consellería, con argumentos sólidos y contrastados por los propios medios de comunicación y por la documentación institucional y técnica existente.

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