Para el Grupo Municipal Socialista el Alcalde y sus concejales se han echado a la calle a contar mentiras e inexactitudes para justificar su actitud de licitar, en contra del criterio de toda la oposición, el contrato de Recogida de Residuos Sólidos y Limpieza viaria a ocho meses de las elecciones, hipotecando con ello el más importante servicio municipal para las tres próximas legislaturas.
Para portavoz socialista en la Comisión de Obras y Servicios Policarpo Ramón, éste hubiera sido un momento ideal para volver a planteárselo todo, no sólo qué es lo que más nos conviene económicamente, sino el concepto global de servicio que nos adentre en el siglo XXI con las mejores garantías de sostenibilidad, economía, respeto al medio ambiente, comodidad para el usuario y efectividad.
Deberíamos preguntarnos cómo queremos gestionar nuestros residuos en las próximas décadas, cómo ha de ser la recogida, cómo logramos que el recurso al vertedero se vaya reduciendo drásticamente hasta llegar al “vertedero cero”, ¿queremos gestión pública o gestión privada? ¿cómo han de funcionar servicios como el eco-parque? ¿recogida mediante contenedores, que convierten nuestras calles en continuos estercoleros, o recogida selectiva puerta a puerta?
Nada está escrito, modelos los hay a cientos, pero hay que afrontar el reto con la mente abierta y con el objetivo de ganarnos el futuro, de legar a las generaciones venideras una ciudad más limpia y respetuosa con el medio en el que tendrán que vivir.
No valen las recetas de hace 20 años, cuando el PP accedió al poder en Crevillent, no nos vale que el Partido Popular nos eche en cara que el modelo que tienen es el que heredaron de los gobiernos de la izquierda cómo acostumbran a decirnos. Ahora, respetando lo que se hiciera hace 25 ó 30 años necesitamos un nuevo modelo, necesitamos mirar al futuro y no al pasado como ellos proponen.
Sin embargo, el PP, para intentar convencernos del error que va a comenter, nos envía al Sr. Moya con un pretendido informe económico plagado de mentiras y medias verdades que no convencen a nadie. Mientras tanto nuestro Alcalde se reúne con los trabajadores de la contrata, cual cacique tardo-franquista, a meterles el miedo en el cuerpo diciéndoles que sus puestos de trabajo están en peligro si llegan las temidas “hordas rojas”. Nos dicen que si rescatamos la concesión tendríamos que comprar todo un parque móvil nuevo, olvidando convenientemente que los vehículos que ahora tiene la concesionaria son ya nuestros. Incluso nos dice que tendríamos que devolver a la concesionaria el préstamo que ésta nos hizo para el Parque de Servicios, como si fuese distinto devolverle el préstamo al “Banco Selesa” que a cualquier otro banco.
Pero todas las mentiras del mundo no nos pueden hacer perder la atención de que lo que ahora importa es si en los próximos 15 años queremos seguir anclados en el pasado o afrontamos el futuro con valentía.
Los socialistas desde luego pensamos que ésta debería ser la discusión y deberíamos afrontarla todos con una seriedad, tranquilidad y altura de miras suficiente, por más que en los próximos meses tales virtudes, ya raras en quienes nos gobiernan, vayan a ser aún más difíciles de encontrar.