Comunicado de UNIFAM: Situación actual del mercado por el Coronavirus

La evolución experimentada por el contagio del coronavirus desde la última comunicación que realizó nuestra entidad, el pasado 13 de febrero, es decir un mes, es muy significativa ya que, si bien una de las consecuencias que apuntábamos en aquel momento prácticamente se centraba en China, aplicándose fuertes restricciones al comercio de este país con el resto del mundo, éstas se han extendido a la mayoría de mercados internacionales dada expansión del virus, la incertidumbre generada y las medidas sanitarias obligatorias impuestas por los respectivos gobiernos, las cuales, generan un impacto muy directo en la economía, provocando una drástica reducción del consumo de bienes que no son de primera necesidad (como los correspondientes a nuestros sector), disminuyendo con ello la demanda y, por tanto, la actividad, entrando en un círculo vicioso y, por tanto, una espiral claramente descendente.

A esta realidad se suma determinadas declaraciones de líderes o gobiernos internacionales. Ejemplo de ello han sido las manifestaciones del Presidente de Estados Unidos indicando que Estados Unidos cerraba sus fronteras tanto a personas como a bienes que procedieran de Europa, matizando horas más tarde estas manifestaciones, limitando el tráfico a personas y descartando el cierre de las aduanas a los productos de nuestro continente.

En este sentido, si preocupante es el corto plazo del día a día, más lo es cuando no existe una previsión cierta sobre la duración del impacto de esta enfermedad, suponiendo, además, que la propagación aumentará en aquellos países donde actualmente cuentan con menos casos o áreas del planeta muy sensibles y que cuentan con muchos menos medios para afrontarla,  como es el caso de África, Asia o Sudamérica, y cuyas consecuencias podrían ser dramáticas.

Por tanto, en estos momentos la actividad mundial se ha retraído de forma notoria y lo previsible es que aún se paralice  en mayor medida durante las próximas semanas lo que generará un estancamiento muy significativo y preocupante de la mayoría de sectores industriales, entre los que se encuentra el nuestro (alfombra y moqueta).

Evidentemente, la duración de esta situación dependerá del grado de propagación del virus tanto a nivel doméstico en España como a escala internacional.

La cuestión es que esta nueva variable de la coyuntura externa al sector ha golpeado a nuestro país en un momento muy poco propicio ya que España había iniciado desde principios de 2019 el camino de la desaceleración, y en los últimos meses con mayor vigor, lo que, muy probablemente, generará durante 2020 la clara reducción del crecimiento y la entrada en recesión, ampliando, a su vez, la dimensión de ese círculo vicioso.

En este sentido, cabe destacar como la adopción de contundentes medidas gubernamentales de prevención en los momentos iniciales siempre contribuyen a paliar no solo el riesgo sanitario y de salud para la población (factor prioritario) sino también las gravísimas consecuencias económicas que de ello se derivan, aspecto este último que en muchos casos no se contempla o directamente se oculta. Por ello, nuestros gobernantes deberían ser muy consciente de que priorizar en la difusión de mensajes que relativizan la importancia del problema e incitar a la normalidad cotidiana, y en algunas ocasiones derivado de razones políticas partidistas, dilatando la asunción de las aludidas medidas, es un acto de máxima irresponsabilidad dado que una vez se destapa la realidad debido a las trágicas estadísticas se genera miedo y pánico entre la población, propiciando reacciones desproporcionadas y desordenadas.

En estos momentos se está comenzando a dar esta situación por lo que se deberían adoptar medidas de tipo social pero, a la vez, en el ámbito económico que fueran encaminadas a frenar ese miedo y pánico a nivel social así como en la economía doméstica, empresarial y en los mercados financieros, intentando restaurar cierta confianza.

Desde un punto de vista empresarial, el principal problema vendrá dado por la falta de liquidez por lo que se deberían implementar medidas en este sentido. Una vertiente sería  la monetaria, lo cual tiene que venir de la mano de los Bancos Centrales. Respecto a Europa, el margen de actuación del BCE  es mínimo ya que desde hace años mantiene una política expansiva de tipos mínimos. Por otro lado, la fiscal, en este sentido las políticas seguidas en estos últimos años por los diferentes gobiernos en España dificultan esta labor al no llevar a cabo una seria política de reducción del déficit y del endeudamiento, sino todo lo contrario. De haberlo hecho,  en estos momentos de necesidad nos permitiría  acudir a este refugio reduciendo  impuestos y por tanto inyectando más liquidez a las familias y empresas. Actualmente, con un déficit cada vez más elevado y un nivel de endeudamiento casi del 100% del PIB se presume complicadísimo aplicar políticas fiscales muy flexibles. Es más, la intención en España era aplicar una importante subida impositiva. En estos momentos, no cabría una medida más antisocial e irresponsable. En tercer lugar, y con el fin de desahogar la carga tributaria  a corto plazo a las pymes y autónomos, se debería aplazar el pago de las liquidaciones a la seguridad social y el resto de impuestos que se deben afrontar en las próximas fechas (IRPF, IVA, IAE, IMPUESTO DE SOCIEDADES). Realmente, estos dos colectivos serán los más afectados de la economía empresarial dado que ambos están muy centrados en los ámbitos de riesgo más elevados, como son el consumo y las exportaciones.

Por otro lado, una variable importante que se debería plantear es la unidad de acción de los responsables económicos a nivel mundial, es decir los gobiernos , los Bancos Centrales y el Banco Mundial. En este sentido, una medida especial y muy favorable para que las PYMES y AUTÓNOMOS pudieran afrontar esta situación sería facilitar líneas de crédito especiales a tipos mínimos.

Y por último, y aunque parezca contradictorio porque ha sido el origen del contagio, destacar que muy probablemente una de los elementos clave que propiciarán un punto de inflexión y una recuperación del comercio internacional será la propia China, quien en breve habrá controlado y superado el problema y liderará el inicio de la actividad y de la demanda.

Desde UNIFAM se mantiene una constante comunicación con los diferentes ámbitos de la sociedad, del sector empresarial  y de la administración contribuyendo en el planteamiento de de actuaciones y en la canalización de información, poniéndose a disposición de todas las empresas asociadas para aclarar cuantas dudas se les pueda plantear.

                                                                                               UNIFAM (12-03-2020).

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