Crevillent ( 22/7/2015).- El concejal de Obras y Mantenimiento, Rafael Candela, ha salido al paso de las críticas de Compromís, en las que denunciaba el olor de los imbornales de la calle Santísima Trinidad, Rambla de Castelar y Avenida de la Libertad.
El edil de obras, ha informado a los vecinos que el gobierno municipal tuvo la previsión cuando finalizaron los trabajos de construcción del nuevo colector de aguas pluviales de la Calle Santísima Trinidad, de primero a través de Selesa proceder al rellenado de agua de los sifones de los imbornales cuando fuera necesario y el pasado año, encargó a la oficina técnica municipal, que redactará un pliego para proceder a la contratación de un servicio integral de mantenimiento de dichos imbornales, procediendo a dotar de presupuesto el contrato y sacándolo a licitación pública. El servicio se adjudicó a la empresa Idecas S.L. , por ser la más económica de todas las ofertas presentas.
El pasado 1 de mayo, entró en vigor el nuevo contrato que el Ayuntamiento de Crevillent puso en marcha para la limpieza y evitar los olores de los imbornales, renovando el agua de abril a octubre cada dos semanas y de noviembre a marzo una vez por mes. Igualmente se incluyó la limpieza de los imbornales una vez al mes, tarea que, según Candela, no es fácil, ya que hay que desoldar todos los imbornales que se encuentran soldados para evitar robos, proceder a la limpieza y después se tienen que volver a soldar.
El importe de este contrato para las arcas municipales, es de 20.156€ IVA incluido al año, por lo tanto, el concejal de Obras y Mantenimiento ha señalado que el Ayuntamiento de Crevillent no escatima en poner remedio a la problemática que se originó cuando se construyeron estos colectores de captación de las aguas pluviales. Candela, pide comprensión a los vecinos, ya que en este tema el Ayuntamiento ha puesto todos los medios necesario para evitar los olores, lo que pasa es que el contrato es reciente y hay que ver si funciona tal como está, o es necesario modificarlo en algún aspecto. En estos momentos, los técnicos municipales están comprobando si la frecuencia de cada dos semanas para rellenarlos en época estival es suficiente, o por el contrario los meses de más calor, como puede ser julio y agosto, será necesario rellenarlos cada semana, debido a las temperaturas tan elevadas que se están registrando y que hace que el agua se evapore con mayor rapidez. Desde el área de Sanidad, habitualmente a través de la empresa CTL adjudicataria del servicio municipal, se fumigan los imbornales para evitar que hayan mosquitos y demás insectos, pero el concejal indica que “hay que ser conscientes que este verano está siendo especialmente caluroso y es normal que aunque se fumigue quede siempre algún mosquito en el ambiente”.
Por todo ello, el concejal de Obras, ha querido informar a los vecinos y al propio concejal de Compromís, Marcelino Giménez, que fruto de su desconocimiento del funcionamiento municipal y de los servicios que desde el Ayuntamiento se prestan, que antes de criticar públicamente sin conocer lo que se viene realizando por el Consistorio, utilice las comisiones informativas para preguntar las dudas o consultas que necesite realizar.
Para Rafael Candela, lo que también deben valorar los vecinos y el concejal de Compromís, es que gracias a la gestión y previsión del gobierno municipal del Partido Popular, los históricos problemas de inundación y de bajar el agua de manera torrencial cuando llueve por la calle Santísima Trinidad y Avenida de la Libertad, son inexistentes, ya que el problema de estas calles con las obras realizadas pasó a la historia con una inversión superior al millón de euros entre las dos calles.
