Resultados de las excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Peña Negra

Resultados de las excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Peña Negra (Crevillent). Campaña 2017

Tras la finalización de las últimas excavaciones de 2017 el yacimiento de la Peña Negra (Crevillent), continúa desvelando nuevos datos sobre la ocupación de este importante núcleo protohistórico situado en plena sierra de Crevillent, y que suponen la cuarta campaña de excavaciones desde que se reemprendieran los trabajos en 2013, dentro de un proyecto de investigación de la Universidad de Alicante, dirigido por el catedrático de Prehistoria, Alberto J. Lorrio Alvarado, financiado por el Ayuntamiento de Crevillent.

Los trabajos de este año, que finalizaron el pasado 29 de julio, confirman y enfatizan la entidad urbana del asentamiento, documentando la importante remodelación urbanística que sufrió el poblado durante los siglos VII-VI a.C., que lo configuran como uno de los núcleos urbanos más antiguos del Sureste peninsular. La antigua ciudad de Herna citada por las fuentes, incluye potentes obras de aterrazamiento de sus laderas así como la erección de fortificaciones.

Según la Concejal de Cultura, Loreto Mallol, los trabajos de excavación de este año se han desarrollado durante los meses de mayo, junio y julio, gracias al Plan de Empleo Municipal que ha permitido adelantar el inicio de los trabajos de excavación que posteriormente siguió la Universidad de Alicante con la campaña de excavación de verano, con la participación de una veintena de estudiantes, licenciados y graduados durante este mes de julio. Se combina una triple vertiente, la investigadora, la patrimonial y la formativa como experiencia de prácticas de campo para graduados de Historia y estudiantes de posgrado del Máster universitario de Arqueología Profesional y Gestión integral del Patrimonio de la UA. Esta campaña estival cuenta así mismo con el apoyo financiero del Ayuntamiento de Crevillent.

Los trabajos de esta cuarta campaña de excavaciones se han centrado en cuatro sectores de este extenso yacimiento: en el denominado Sector I, uno de los más meridionales del conjunto arqueológico, donde se han podido reestudiar dos de los barrios periféricos de viviendas de la ciudad orientalizante, que tras la remodelación de un antiguo camino carretero decimonónico que los atraviesa, son objetivo prioritario de intervención de cara a su musealización y que permitirá integrar dos nuevos espacios en el Parque Cultural de la Penya Negra / Herna.

Uno de estos espacios se encuentra en el extremo meridional y las labores de limpieza y adecuación de las antiguas estructuras arqueológicas identificadas en los años 70 y 80 del s. XX, muestran la existencia de un barrio a extramuros del recinto amurallado de la ciudad, fortificación de la que se conserva parte de uno de sus tramos y que será objeto de musealización.

La aplicación del estudio con el georradar, realizado hace unos meses, ha permitido evaluar el grado de erosión y pérdida de la plataforma natural, e identificar nuevas viviendas, muy alteradas por la erosión, que se suman a las viviendas objeto de una intervención parcial en los años 70, cuya excavación ha podido completarse en esta campaña. Las viviendas asociadas a este segundo barrio periférico, construidas en terraza, que como se ha podido comprobar, se organizan en torno a un doble eje de circulación, revelan la existencia de estructuras de almacenaje y de actividades artesanales asociadas a las mismas, aunque desgraciadamente están muy afectadas por la construcción de potentes abancalamientos de época moderna en la zona. Entre los hallazgos destacamos la aparición de nuevos ejemplos de marcas y grafitos sobre ánforas de producción local, que se suman a los ya conocidos, junto a la abundante presencia de importaciones provenientes de colonias fenicias malagueñas, que remarcan la importancia de este núcleo como centro redistribuidos de mercancías en la Antigüedad.

Otro punto objeto de intervención este año, ha sido en uno de los barrios centrales de la ciudad, ubicado al oeste de la vaguada entre las grandes moles del Castellar y la Lloma Negra. En dicho espacio, objeto de intervención y musealización de viviendas y edificios singulares en anteriores campañas, los análisis del georradar detectaron la posible existencia de potentes construcciones que se ha podido confirmar una construcción en el sur del sector, en las inmediaciones del antiguo camino protohistórico, área hasta el momento carente de evidencias arqueológicas . Esto pone de manifiesto la importancia y entidad de las obras de aterrazamiento realizadas a partir del s. VII a.C. mostrando la alta densidad de edificaciones. En concreto se ha podido identificar un muro de aterrazamiento de once metros de longitud, construido por tramos, que cuenta con un refuerzo longitudinal en escalón que permitiría la comunicación entre alturas y que salvaría un área de gran desnivel del terreno.

En anteriores campañas, se identificó un edificio tripartito fechado entre s. VII- VI a.C., bajo el cual se ha confirmado la existencia de una ocupación infrapuesta fechada en el s. VIII a.C., de una gran vivienda rectangular con al menos dos espacios, que conserva sellada la caída de su techumbre de improntas de cañas y barro y parte del revestimiento de sus paredes, mientras en el segundo espacio, destaca la presencia de una pequeña olla semienterrada en el pavimento. Se ha identificado un destacado conjunto cerámico, principalmente formado por ánforas y pithoi, caracterizado por la presencia de cerámicas importadas provenientes de los centros fenicios malagueños.

En su vertiente oriental, zona en la que las antiguas excavaciones identificaron una de las secuencias de ocupación más completas del poblado, se ha profundizado en la excavación de las construcciones del Bronce Final, con la identificación del cierre de una de las viviendas más emblemáticas de este periodo, probablemente asociada a la actividad textil. La excavación del área exterior a la vivienda, en niveles infrapuestos, pertenecientes a un vertedero metalúrgico que aportó más de 400 moldes de función de armas y herramientas en los años 80, ha deparado un singular hallazgo, un pasador de collar, realizado en marfil con tres perforaciones y decoración incisa, similar a ejemplares identificados entre los ajuares de la necrópolis de Les Moreres.

Además de las labores de fotogrametría y topografía, que cuentan con la utilización de tecnología dron para la confección de un modelo en 3D a partir de vuelos fotogramétricos. Este año se ha iniciado también un proyecto de filmación aérea con dron, tanto de las evidencias musealizadas y excavadas en el yacimiento como de su entorno, a fin de editar un video promocional sobre el yacimiento que invite e incite a la ciudadanía a conocer y acercarse a este antigua ciudad orientalizante escondida en la sierra de Crevillent.

Es intención de la Concejalía, afirma Loreto Mallol, continuar los trabajos con el próximo Plan de Empleo Municipal.

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