En defensa de unos servicios sociales más eficaces

Crevillent, (4-12-2017).- La precariedad del mercado laboral y la duración de la crisis ha provocado que los Servicios Sociales de Crevillent se vean obligados a cambiar su programación y la atención, ya que además de las personas en riesgo de exclusión social, ha surgido un nuevo perfil de usuario con otras necesidades. En nuestro municipio estamos acostumbrados a que falten trabajadores sociales a causa de bajas, contratos por acumulación de tareas, falta de personal administrativo, etc. Esto hace que nuestros trabajadores sociales se vean desbordados y no puedan ofrecer un mejor servicio.  Su labor es muy importante ya que los Servicios Sociales y sus trabajadores tienen en sus manos el gran poder de cambiar la vida de las personas si les acompaña una buena gestión política y un estudio serio y riguroso de la situación. Todo ello, sin perjudicar a aquellos que con su esfuerzo están llevando el peso de la crisis sobre sus espaldas (pequeñas empresas, autónomos, trabajadores en activo, etc.)

En época de crisis, las necesidades se acentúan, las familias se ven afectadas en su día a día y se necesita más atención económica y psicológica. No es de recibo que familias con problemas muy graves no estén siendo atendidas por el SEAFI de Crevillent (Servicio Especializado en Atención a Familia e Infancia) desde el pasado julio, que no exista una bolsa especializada y actualizada para este área desde hace 7 años y que se esté tomando personal por acumulación de la bolsa de psicólogos base. Pero tampoco es de recibo que no se haya hecho un estudio riguroso de la plantilla y sus cometidos y necesidades. Los Servicios Sociales necesitan medios y personal adecuado para las áreas más débiles. Además, este personal debería ser duradero en el tiempo, ya que los expedientes cambian a menudo de mano y de gestión. En consecuencia, los expedientes quedan en el limbo, faltos de datos y conclusiones y los usuarios se ven una y otra vez perdidos en el tiempo.

Los trabajadores sociales no tienen ni un lugar digno de trabajo (todos conocemos las instalaciones de la C/Ribera) e incluso a veces ni un ordenador o despacho propio en el que atender a los usuarios en la intimidad. Las preguntas y explicaciones se dan en el mostrador de recepción, quedando los problemas expuestos a la vista y oídos de todos y cuantos esperan allí. La falta de interés, de ímpetu político, la apatía y la desidia se han apoderado de los Servicios Sociales de la Calle Ribera. La culpable no es otra que la señora Juana Guirao, Concejala de ¿Bienestar Social? Qué ironía… Mientras ella viaja, otros pasan hambre; en tanto que ella disfruta, los trabajadores de los Servicios Sociales intentan paliar como pueden la desesperación de las familias; pero los medios no les llegan y a veces sus fuerzas tampoco. Por todo ello, desde aquí mi gran agradecimiento y admiración para los que luchan por un mundo más justo, más humano y más empático; enfrentándose a la dejadez, la desidia y la falta de ímpetu político que permita una mayor justicia social y humana.

 

Montserrat Pineda Martínez

Concejal del GRUPO MUNICIPAL SOCIALISTA
PSOE CREVILLENT

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